Brandy Miguel Abad Solera Gran Reserva 1912. Elixir para el mindfulness

Hacía mucho tiempo que no escribía nada, últimamente casi toda mi actividad se ha volcado en redes sociales, arrastrado por el frenético ritmo de acontecimientos y eventos. Llevaba meses queriendo hablar de este producto, pero pensaba que era complicado describirlo en el tiempo que dura un reel, pues su complejidad merecía disfrutarlo en una tarde sosegada de escritura, concentración y atención plena, lo que ahora llaman los «modernos» mindfulness.

Brandy Miguel Abad Solera Gran Reserva 1912

No tengo demasiada experiencia en el análisis organoléptico del brandy, soy un simple enamorado de sus evocadores aromas y de los infinitos matices que llega a comunicarme, cuando lo comparto en buena compañía, en esos momentos donde el tiempo parece densificar su paso. Por tanto, solo escribiré del respeto y aprecio que le tengo a un producto así y a las personas que lo crean para que podemos disfrutarlo.

Miguel Abad es un brandy de Soleras de Tomelloso, una empresa familiar con un profunda tradición en la elaboración de vermouth, vino de licor y brandy. Las raíces familiares vinculadas al sector vitivinícola se remontan a finales del siglo XIX, siendo la esmerada dedicación y la calidad las señas de identidad de cada uno de los productos que han elaborado durante todas estas décadas.

El maravilloso color ámbar nos habla del paso del tiempo, de una creación lenta, sosegada, de matices sutiles que se van conformando con el paso de los años. Cuando empieza a expresarse con sus aromas, nos regala un abanico de perfumes con recuerdos de chocolate, vainilla, tabaco, mieles, fruta pasificada, frutos secos, mueble antiguo y otros muchos que se van abriendo y envolviéndonos. En boca es sedoso, suavemente cálido y balsámico, acaricia nuestro paladar y se queda acompañándonos, recordándonos que ha tenido una larga historia de vida y ahora nos la está susurrando para dejárnosla impresa en el recuerdo.

Para disfrutar de un espirituoso como este, es imprescindible, colgar el no disponible en la puerta, silenciar el teléfono y dejarnos llevar por el momento. Os podría hablar de maridajes ideales, como un buen chocolate negro, pero realmente el maridaje perfecto es el tiempo pausado, algo de música tranquila y una agradable conversación en buena compañía.

Vivimos en la sociedad del aquí, el ahora y del «lo quiero para ayer», y productos como este, con una solera de más de 100 años, nos recuerda el valor del tiempo, nos exige atención y nos recompensa con placenteros recuerdos, proporcionales a sus años de reposo.

Empezaba este artículo expresando la dificultad para describir la complejidad del brandy Miguel Abad dentro de frenético ritmo de información que imponen las redes sociales, pero lo que si veo posible es encontrar una palabra de nuestro rico idioma que lo defina en toda su magnitud, y esta palabra, para mi es «sublime».

Fernando Buitrón

Entradas recientes

Pan Real presenta la nueva hogaza Malaspatas, homenaje a la tradición y la excelencia artesana

Coincidiendo con el Día Internacional del Pan, Pan Real ha presentado su última creación, la…

1 mes hace

Cuando Las Penas dan muchas alegrías

El pasado 24 de julio tuve el privilegio de recibir el VIII Premio Gastronomía y…

4 meses hace

Mayo florido y cervezoso

Con este título tan original os presento la próxima cata de Vive Almagro, con 4…

6 meses hace

Castilla-La Mancha en la vanguardia enológica

Durante los días 4 y 5 de abril se ha celebrado en Ciudad Real el…

8 meses hace

Ya es primavera en Vive Almagro

Programa de Primavera en Vive Almagro Con este título, tan innovador, comenzamos los eventos gastronómicos…

8 meses hace

Reserva el 16 de marzo. Tienes una cena exclusiva

El próximo 16 de marzo, a las 20 horas, organizo junto a Carlos García (Chef…

9 meses hace